miércoles, 12 de mayo de 2010

migel hernadez esto es una de la poesias del


A la luna venidera
Abrazado a tu cuerpo como el tronco a su tierra
ACEITUNEROS
Al derramar tu voz su mansedumbre
Alto soy de mirar a las palmeras
Alza, toro de España: levántate, despierta
Andaluces de Jaén
ANTES DEL ODIO
ASCENSIÓN DE LA ESCOBA
Atraviesa la muerte con herrumbrosas lanzas
Ausencia en todo veo:
(AZAHAR)
Besarse, mujer
Beso soy, sombra con sombra
Boca que arrastra mi boca
Bocas de ira
Cada vez que paso
CANCIÓN DEL ESPOSO SOLDADO
CANCIÓN PRIMERA
CANCIÓN ÚLTIMA
Carne de yugo, ha nacido
CARTA
Cerca del agua te quiero llevar
Cogedme, cogedme
Como el toro he nacido para el luto
Como la higuera joven
Coronad a la escoba de laurel, mirto, rosa
Cuerpo del amanecer
¿De qué adoleció
Desde que el alba quiso ser alba, toda eres
DESPUÉS DEL AMOR
Dos especies de manos se enfrentan en la vida
El amor ascendía entre nosotros
El cementerio está cerca
El corazón es agua
EL HAMBRE
EL HERIDO
El lecho, aquella hierba de ayer y de mañana
El mar también elige
EL NIÑO DE LA NOCHE
EL NIÑO YUNTERO
El palomar de las cartas
EL SILBO DE AFIRMACIÓN EN LA ALDEA
El sol, la rosa y el niño
EL SUDOR
EL TREN DE LOS HERIDOS
ELEGÍA
ELEGÍA PRIMERA
En el fondo del hombre
En el mar halla en agua su paraíso ansiado
En trenes poseídos de una pasión errante
Entusiasmo del odio
Era un hoyo no muy hondo
Era un hoyo no muy hondo (versión)
Eres la noche, esposa: la noche en el instante
ETERNA SOMBRA
Fatiga tanto andar sobre la arena
Frontera de lo puro, flor y fría
Fue una alegría de una sola vez
Fuera menos penado si no fuera
GUERRA
He poblado tu vientre de amor y sementera
HIJO DE LA LUZ Y DE LA SOMBRA
JURAMENTO DE LA ALEGRÍA
LA BOCA
La cebolla es escarcha
La vejez en los pueblos
Las gramas, las ortigas
LAS MANOS
LLAMO AL TORO DE ESPAÑA
Llegó con tres heridas
Llevadme al cementerio
Llueve. Los ojos se ahondan
MADRE ESPAÑA
Me llamo barro aunque Miguel me llame
Me tiraste un limón, y tan amargo
Menos tu vientre
Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos
MUERTE NUPCIAL
NANAS DE LA CEBOLLA
¿No cesará este rayo que me habita
No conoció el encuentro
No pudimos ser. La tierra
No puedo olvidar
NO QUISO SER
No salieron jamás
Pintada, no vacía:
Por desplumar arcángeles glaciales
Por los campos luchados se extienden los heridos
Por tu pie, la blancura más bailable
Por una senda van los hortelanos
¿Qué pasa?
¿Qué quiere el viento de encono
Querer, querer, querer
¿Recuerdas aquel cuello, haces memoria
Riéndose, burlándose con claridad del día
Rosario, dinamitera
Rumorosas pestañas
RUSIA
Se ha retirado el campo
SENTADO SOBRE LOS MUERTOS
SEPULTURA DE LA IMAGINACIÓN
Si nosotros viviéramos
Silencio de metal triste y sonoro
Silencio que naufraga en el silencio
Sobre la roja España blanca y roja
Sólo quien ama vuela. Pero ¿quién ama tanto
SONETO FINAL
Sonreír con la alegre tristeza del olivo
Tanto río que va al mar
Te me mueres de casta y de sencilla
Tened presente el hambre: recordad su pasado
Tengo estos huesos hechos a las penas
Todas las casas son ojos
Todas las madres del mundo
Tristes guerras
Tu corazón, una naranja helada
Umbrío por la pena, casi bruno
Un albañil quería... No le faltaba aliento
Un carnívoro cuchillo
Una querencia tengo por tu acento
Uvas, granadas, dátiles
VALS DE LOS ENAMORADOS Y UNIDOS HASTA SIEMPRE
VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN
VUELO
Yo que creí que la luz era mía
Yo quiero ser llorando el hortelano

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